Esta atractiva y cautivante villa serrana, hoy una progresista aunque tranquila ciudad, constituye la entrada norte al corredor turístico del Valle de Punilla. Edificada al pie del cerro Uritorco, que con sus 1979m de altura se erige como el pico más alto de las Sierras Chicas, reúne en su propuesta una completa oferta, ya que cuenta con un deslumbrante paisaje con sus coloridas y abruptas sierras, aguas cristalinas en ríos, arroyos y lagos, una flora y fauna preservadas como en pocos lugares, combinados con servicios hoteleros, gastronómicos y de entretenimientos para todos los gustos y posibi-lidades. La práctica de arriesgadas y esforzadas actividades deportivas encuentran en Capilla del Monte un lugar ideal por sus variados lugares como así también llevar a cabo diversas modalidades del cautivante turismo de aventura. La historia de Capilla del Monte se remonta a 1575 cuando las tierras del paraje fueron otorgadas en merced a Doña Lucia Jaimes. A partir de 1618 la propiedad fue vendida y heredada por sus descendientes hasta que en 1695 fueron adquiridas por el Capitán Antonio de Ceballos y Quevedo, quien construyó su estancia e hizo edificar la capilla San Antonio del Mon-te. A la muerte de éste, sus tierras son vendidas sucesivamente hasta el año 1884 que son compradas por el Señor Adolfo Döering, siendo éste el primer urbanizador de Ca-pilla del Monte. En el año 1901, este pueblo logra la creación de su municipio el cual, junto con Cosquín son los primeros en ser reconocidos en el ámbito del Valle de Punilla. A partir de allí, la entonces villa adopta el nombre actual de Capilla del Monte.
Carlos Paz es una ciudad-villa emplazada al sur del Valle de Punilla, bordeada de sie-rras, surcada por un río y un amplio lago. Es una ciudad joven y dinámica que cuenta con modernas unidades hoteleras, bancos, cines, teatros, numerosos restaurantes y parrillas que rivalizan en confort y buena atención. Carlos Paz es también el lugar de las más importantes boites de nivel internacional. En sus comercios, que abarcan todos los ramos, se puede disfrutar de una atención amable y un precio accesible. La locali-dad ha conformado un inventario turístico para todas las edades; balnearios con playas amplias y arenosas, aguas translúcidas, frescas arboledas sobre las márgenes del lago y los ríos. Villa Carlos Paz es también un lugar de contrastes tan sorprendentes como en-cantadores; junto a un agreste rincón natural, se encuentran los night club más lujo-sos y bulliciosos. Por una tarde de paseo tiene las formas más originales de viajar: Aero-silla, anfibios que atravieasan la ciudad y el lago, los simpáticos trencitos para los más chicos. Todo este ritmo vital, la alegría contagiosa, los paisajes de innegable belleza... todo se aúna para hacer de Carlos Paz un lugar de diferente. El nombre de la villa re-cuerda a Carlos Nicandro Paz, quien queda a cargo en 1901 de la estancia que le legara su padre, Rudecindo Paz, dueño de estas tierras desde el año 1890. Carlos Nicandro pro-mueve el surgimiento paulatino de la ciudad que va convirtiéndose en un verdadero centro turístico con el transcurrir de los años, de la mano del Lago San Roque y su pro-ximidad con la ciudad de Córdoba.
Villa Giardino tiene bien merecido el título de "Jardín de Punilla". Es un poblado en el que su portal recibe al turista con un boulevard ornamentado con flores y césped siempre recién cortado. Sus calles, veredas y plazas mantienen cuidadosamente esta característica. Está a 5km del escalón de falla que separa las Sierras Chicas del bloque hundido del Valle (que se encuentra en las proximidades de La Cumbre). Tal vez por este accidente geográfico posee un microclima que oscila en verano los 21º y en invier-no 10º. La villa es refugio de artesanos y artistas plásticos de renombre, que encuen-tran en este apacible rincón serrano el lugar ideal para la meditación y creación de su arte. Actualmente es pionera en el reciclaje de residuos orgánicos contando con la primera planta de tratamiento de residuos orgánicos, transformándolos en abono de primera calidad. En cuanto a su historia, a fines de 1800, un pionero italiano llamado Miguel Thea compra una vieja estancia la cual utiliza para la explotación calera. En su predio se encontraba un antiguo molino (que hoy es símbolo turístico de la villa) por lo que llamó a la propiedad "El Molino". El Ingeniero Thea donó tierras para el ramal de ferrocarril que recorría desde Córdoba a Cruz del Eje. En 1917 ya se había construido la estación de trenes que se denominó con el nombre de este precursor. Por el año 1938, Ugolino y Juan Giardino compran la estancia Altos de San Pedro, dando un impulso progresista al tranquilo paraje. Las tierras se lotean en abril de 1939, marcando el desarrollo de la localidad que llega hasta nuestros días. El municipio comienza a funcionar en 1957 y en 1964 pasa a denominarse oficialmente el lugar como "Villa Giardino".
La Falda es una pequeña ciudad ubicada en el centro del Valle de Punilla, con un clima serrano privilegiado durante todo el año, lo que la ubica dentro de los tres mejores climas del mundo. Cuenta con una variada propuesta en hotelería y gastronomía; es un lugar tradicional de congresos, convenciones, actividades artísticas y eventos de-portivos a nivel internacional como el Rally Mundial. Su ubicación estratégica - equi-distante de los puntos extremos de Punilla- hace de La Falda el lugar ideal para em-prender circuitos a todo el Valle. Una variadad de espectáculos teatrales y musicales, confiterías, salas de juego, bailables, etc. se conjugan con la naturaleza y sus encantos para dar respuesta a las exigencias de los huéspedes que visitan la ciudad. En cuanto a su historia, La Falda como propuesta turística nace con la llegada del ferrocarril y la construcción del Edén Hotel, principal referente de la incipiente ciudad hacia el año 1898. Durante medio siglo, fue el lugar de descanso y esparcimiento de las clases dirigentes y adineradas nacionales e internacionales. Fue declarado Monumento Histórico Municipal y de interés turístico Provincial en el año 1988. Juntamente con el hotel, y luego del loteo de la estancia La Falda, la localidad comienza a surgir, siendo el fines de la década del 10 y principios del 20 que se denomina con el nombre actual al paraje. En el año 1934 fue creado el municipio, en tanto, con fecha 6 de diciembre de 1969 se le reconoció a la Villa La Falda el carácter de Ciudad.